Dicen que las palabras se las lleva el viento. En nuestro estudio pensamos que las palabras importan, y mucho. Las que decimos hacia fuera pero sobre todo, las que nos decimos a nosotras mismas. Las palabras a veces liberan y otras veces, encierran. Y, ¡mira que son agradecidas las palabras! Cambian de vestido cuando creemos que van mejor acompañadas de este u otro complemento, se acortan en favor de la economía del lenguaje, se adaptan a todos los acentos, y juntas tienen un poder que sólo algunas de ellas poseen por sí solas.

Las hay que han perdido su brillo por el uso como felicidad, libertad, amor o deseo. Por suerte, el diccionario siempre está haciendo limpieza, desechando algunos términos obsoletos y añadiendo nuevas formas de nombrar aquello que antes no sabíamos que podía definirse. Aquello tan asible que debe ser nombrado. Sororidad, transgénero, procrastinación y resiliencia son palabras que se han creado o rescatado para que podamos expresarnos con mayor atino.

Deriva es una de esas palabras con un gran peso a sus espaldas. Pareciera que ir a la deriva fuera algo negativo. En nuestro estudio pensamos que la deriva es necesaria para poder encontrarse. Que si no desviamos unos milímetros el rumbo, no sabremos que vamos en la buena dirección.

En LaDeriva, recogemos todos los significados y significantes. Los analizamos, desnudamos y vestimos de nuevas ideas; sorprendentes, interesantes, insólitas y necesarias. Tomamos las definiciones para construir una identidad narrativa específica, esencial y creativa para cada proyecto. Una nueva terminología para una nueva narrativa, la tuya.